jueves, 30 de junio de 2016

Capítulo 1……… Casualidades.

+Tiempo Actual – México+

Despertando por la mañana, una muy hermosa mañana. Lo único que la arruinaba era el ensordecedor sonido del celular que me avisaba que era hora de levantarme. Apague la alarma y mi mente dijo cinco minutos.

-Alexandra- Grito mi madre entrando por la puerta -¡Es hora! Levántate, tienes que ir a la escuela.
-¡Mamá!- Dije con flojera –No hoy no, estoy muy cansada.
-¿Quién te traía anoche en la fiesta?- Tiro de mis cobijas –Ya levántate.

La mire entre dormida y malhumorada, pero tenía razón yo había sido la que se había desvelado. Hice mi rutina matutina y me mire al espejo antes de bajar, me miraba cansada y mis ojera si se notaban debajo del maquillaje, pero lo divertido de anoche nadie me lo quitaba.

Baje a desayunar y después de comer algo rápido y despedirme de mis padres, mi hermana y yo nos fuimos directo a la escuela, mi hermana era menor que yo, solo un año. Ella estaba en último año de preparatoria y yo apenas en primero de ingeniería mecánica.

Íbamos en mi auto, un Corvette 1986, con esfuerzo lo había comprado y, claro está, con ayuda de mis padres. Estábamos en un pequeño embotellamiento y yo miraba hacia adelante mientras mi hermana jugaba en su celular.

-Alexandra- Dijo como si se le fuera la voz.
-¿Qué pasa Miriam?- Dije claramente asustada.
-Mira- Apunto con su dedo -¡Mira! No puedo creerlo- Grito emocionada.
-¡Dios! Miriam, me sacaste un susto- Mire el cartel –Pensé que algo importante… no ellos.
-¡Vendrán, no puedo creerlo, vendrán!- Grito, claramente ignorándome.
-¿Y qué?- Dije con cierto fastidio –Nadie los quiere más que tú.
-Eso no es cierto- Dijo enojada –Todos los que conoces a Il Volo se enamoran de ellos- Lo dijo haciendo un pequeño puchero.
-Te creo- Dije aun riendo –Pero a mí me tienes harta con ellos, todo el día y todos los días los pones.
-Y tú siempre pones tu música rock y yo no te digo nada.
-Pero no tanto como tú los pones a ellos.
-Ya no me digas nada… no podrás ponerme de malas- Dijo sonriendo –Tengo que ir a verlos, no puedo quedarme con los brazos cruzados.
-Si lo sé- Le puse la mano arriba de la cabeza, ya que yo era más alta que ella –Ahora vete a la escuela y recuerda que paso por ti más tarde.
-Claro que si- Me dio un beso en la mejilla –Adiós Alex.
-Adiós Miriam.

A pesar de ser tan diferentes siempre nos habíamos llevado muy bien, puesto que a pesar de estas diferencias siempre ambas nos íbamos a amar. Seguí mi camino al verla entrar por la puerta principal. Al llegar a mi universidad estacione mi auto y tome mi mochila de la parte trasera de mi auto.

Comencé a caminar por los jardines de mi universidad, de un momento a otro sentí como mis pies abandonaron el suelo al momento que alguien me levanto de la cintura, solté un pequeño grito, más de susto que de otra cosa.

-¡Miguel!- Grite aun en su hombro -¡Bájame!
-No- Se rio de mi -¿Te asuste belleza?- Pregunto bajándome lentamente.
-Claro que si- Me reí con él –Y estoy muy bien ¿Y tú?
-También, mejor ahora que te veo belleza.
-Eres un lindo- Le di un beso en la mejilla –Jamás encontrare un amigo como tu, Miguel.
-Esa es la idea.

Lo tome del brazo y comenzamos a caminar hacia los salones, entramos a las primeras horas, las cuales siempre son las más aburridas. Cuando me estaba durmiendo en la clase de investigación mi celular vibro en mi bolsillo, con mucho cuidado lo saque y mire que era un mensaje de mi hermana.

“Miriam xD: ¿Qué estás haciendo?
Alex :3: Estoy en clase… durmiendo en clase ¿y tú?
Miriam xD: Tienes que llevarme a comprar los boletos.
Alex :3: ¿Ya les pediste permiso a mis papás?
Miriam xD: ¡Dios! No aun no… ¿Crees que me digan que no?
Alex :3: No lo sé, pregúntales.”

-Señorita Bianci- Levante la mirada -¿Esta muy interesante su conversación?
-Mejor que su clase sí.

No me di cuenta que en ese momento no había pensado si no que había hablado. Fue cuando la cara de mi maestra se transformó que me di cuenta que había dicho lo que pensé.

-Si eso cree no sé qué está haciendo aquí.
-Tengo que pasa su materia- La mire –Si no créame que no estaría aquí.
-Es una muchachita insolente- Me miro con rabia –Tendrá que hacer un trabajo de investigación de una persona del medio del espectáculo, el cual tiene que traer entrevistas grabadas en audio y video, con fotos de la persona y que ella misma lo comparta en sus redes sociales.
-Pero eso es imposible.
-Si lo hace pasara mi materia- Me sonrió –Ahora retírese.

Me levante tomando mis cosas con toda tranquilidad, le sonreí y camine demasiado digna hacia la puerta.

-Por cierto, tiene solo dos semanas…

Solo asentí con la cabeza y salí enojada, mire a mi alrededor y fui a sentarme a una banca esperando. La mañana pasó rápidamente y ya había terminado la última clase y me encontraba caminando con Miguel.

-Oye te invito a un lugar- Me dijo de repente.
-Claro… ¿A dónde?
-A un concierto- Me miro –Más bien al “Hell and Heaven”
-¡Oh por dios!- Grite – ¿De verdad? ¿Al festival del rock?
-No conozco otro.

Lo abrace rápidamente y ambos comenzamos a saltar emocionados.

-Eres el mejor amigo del mundo- Le di un beso en la mejilla -¿Cómo conseguiste los boletos?
-Ya sabes como soy… así que terminando este semestre nos vamos a divertir de lo grande… entradas VIP.
-Eres el mejor.

Lo llene de besos en la mejilla y solo me sonrió. Después de que se me bajara la euforia mire mi reloj y vi la hora que era. Salí corriendo puesto que mi hermana ya había salido. Llegue, por suerte, a tiempo, ella platicaba con una de sus amigas al verme salió corriendo y se subió a mi auto.

-Hola hermanita- Dijo empalagosa.
-No te ayudare con nuestros padres- Le sonreí –Les dirás tú.
-Qué mala eres eh.
-Lo sé.

Llegamos y como de costumbre cada quien se fue a su habitación, comencé a hacer mi tarea como de costumbre, hable un poco con mis amigos de la computadora y me di un refrescante baño para relajarme.

Me puse algo cómodo cuando mi mama nos llamó para la cena, solo me desenrede el cabello y baje aun con el cabello goteando. Llegue al comedor y mi padre ya había llegado de su trabajo y mi madre estaba sirviendo la cena, me senté a lado de mi hermana, como de costumbre y salude a mi padre.

-¿Cómo les fue en la escuela?- Pregunto después de un tiempo.
-Bien, tuve un examen pesadísimo de química- Dijo Miriam.
-¿Y a ti Alexandra?
-Bien… me pelee con una maestra y me puso un trabajo muy grande…
-¿Por qué te peleaste?
-Dije algo que le molesto… ahora tengo que entrevistar a alguien y hacer video audios e incluso hacer que las comparta en sus redes sociales.
-Buenas suerte con eso hermana- Dijo burlándose Miriam.

La cena transcurrió entre risas y bromas, mi hermana preparo a mi padres como si fueran pavo; los marino, los baño y ya cuando estaban listos los metió al horno.

-Oigan- Dijo para llamar la atención –Les quería pedir permiso para ir a un concierto.
-¿A un concierto?- Pregunto mi papá -¿A dónde?
-Es a la Arena México, pero iré con mis amigas.
-No pueden ir solas- Me miro un momento y sonrió –Si te lleva tu hermana vas.
-¿Qué?- Casi lo grite – ¿Yo porque tengo que sufrir?
-No puedes dejar sola a tu hermana- Dijo con cierto sarcasmo.
-Oye yo iré al “Hell and Heaven” y no la voy a llevar.
-Si quieres permiso y dinero llévala- Dijo negociando.
-Son de lo peor- Pero lo pensé un momento -¿De cuánto estamos hablando?
-Lo que me pidas y necesites.
-Tanque lleno de mi carro y 5 mil para el día.
-Hecho.
-Listo hermanita yo las llevo- Mire a mis padres –Pero me llevare la camioneta, en mi carro no caben.
-Quien te quiere hermana- Dijo dándome un beso.
-Sí, si- La aleje y le di un beso –Me debes una enorme.

La cena termino y cada uno se fue a su habitación, mi hermana todo el camino me estuvo abrazando y diciéndome que me iba a amar el resto de mi vida, yo solo me reía de lo que decía.

Los días y transcurrieron rápido, se llegó el día esperado por mi hermana. Jamás pensé lo difícil que sería estarla aguantando ese día. Me levanto muy temprano para irnos a la escuela. Al llegar me encontré con Miguel.

-¡Dios! ¿Por qué tienes esa cara?
-Porque Miriam me levanto tempranísimo- Dijo con sueño.
-¿Y eso porque?
-La llevare a un concierto que es hoy… así que la emoción está a flor de piel- Lo pensé un momento –Bueno solo en ella.
-Vaya que estas muerta hermosa- Me paso el brazo por el hombro –Vamos por algo de toma.

Fuimos y yo tome un jugo de naranja, pues jamás me había gustado el café. Día transcurrió de lo normal, y pronto se acabó las clases, pase la mayoría pensando a quien le haría la entrevista que esa horrenda maestra me había puesto.

-¡Hey! ¡Alex!- Miguel me saco de mis pensamientos -¿En qué piensas?
-En la entrevista esa… no sé qué hacer.
-Y ese concierto al que vas… ¿Por qué no se lo haces al artista ese?
-Son tres y dudo mucho… son chicos muy jóvenes, probablemente ya se les subió los humos a la cabeza.
-Tienes muy mala suerte- Dijo burlándose de mí.

Quise matarlo con la mirada, pero solo le di un golpe pequeño. Me fui por mi hermana a su escuela y estaba con sus amigas grite y grite, estaban emocionadas y eso se les notaban. Al verme se despidió de ellas y salió corriendo a mi auto.

-Eres la mejor, Alexandra.
-Lo sé, lo sé- Le di un beso –Me debes una enorme.

Llegamos a la casa y ella corrió a arreglarse, yo solo me di un baño y me cambie de ropa. Me puse algo un poco formal, puesto que la música de ellos era como clásico y no sabía cómo se debía de ir vestido.

Termine rápidamente, mi hermana aún seguía arreglándose, baje y mi mare tenía la comida, me senté y me miro.

-¿Y tu hermana?
-No lo sé, sigue terminando de arreglar.
-Esa niña, se va a llevar el guardarropa entero.

Comenzamos a comer y después de un rato mi hermana bajo, traía unos lentes rojos y venia vestido demasiado informal.

-¿Y esos lentes?
-¿Y ese vestido formal?
-No sé cómo se viste para este tipo de conciertos- Me mire -¿Por qué los lentes?
-Es por mi amor- Dijo enamorada –Mi Piero hermoso.
-¿Piero?
-El guapísimo de lentes- Me enseño su disco –Este hermoso de lentes.
-Wow, si es guapo- Dije mirándolo.

Me quede un momento mirándolo, esos ojos y esos labios parecieran que ya los había visto, me perdí un momento viéndolo pero mi hermana me saco de eso.

-Es mío- Dijo riendo.
-Lo sé, a mí no me gusta.
-Si… tu corazón es de Miguel.
-¿Estás loca?- Me reí –Él es solo un muy buen amigo y él lo sabe.

Mi madre y Miriam se miraron y solo sonrieron. Terminamos de comer y fuimos por las amigas de mi hermana, juro que por un momento desee que me aventaran por la ventana, no paraban de cantar y escuchar la música de ellos. No lo voy a negar cantaban hermoso, pero creo que hasta yo me sabia todas las canciones de ellos de tanto escucharlas.

Llegamos a la arena y vi realmente estaba muy llena, había personas de todas las edades, mujeres y hombres, había de todo. Estacione la camioneta de mi madre en un estacionamiento privado, el cual quedaba cerca.

Jure que mi hermana había rejuvenecido como 10 años y la tenia de 7, puesto que apenas bajo de la camioneta quiso echarse a correr, la sostuve de la mano para que no lo hiciera. Las dos amigas de mi hermana, mi herma y yo caminamos tranquilamente, la gente estaba emocionada e iban de un lado a otro. Nos formamos en una fila donde daban acceso y comenzamos todos a entrar al lugar.

-¿Cómo vas con tu trabajo Alex?- Me pregunto mi hermana.
-¿El de la entrevista?- Ella asintió –Digamos que mal… no sé a quién hacerle la entrevista… Miguel me dijo que a lo mejor uno de tus artistas le gustaría.
-Es cierto- Dijo Estefanía –A lo mejor si quieren.
-Vamos a buscarlos a sus camerinos.

Antes de que pudiera detenerlas salieron corriendo, yo las seguí pero después de un tiempo les perdí el rastro. Por más que las buscaba no las encontraba ya me estaba desesperando. Me cuidaba de los guardias, pues nos sacarían de allí si nos llegaban a ver.

-¿Viste a donde se fueron?- Dijo alguien a mi espalda.
-Sí creo que se dirigieron hacia atrás del escenario- Tomo su intercomunicador –Cuatro chicas tres jóvenes y una de 20 años, buscarlas.

Se me helo la sangre y corrí, mire a mi derecha y había varias puertas, probé cada una a ver cuál de todas abría. Pero parecía que la suerte no estaba de mi lado, ninguna se abría. Cuando más pensé que estaba perdida la última puerta abrió, entre y la cerré detrás de mí. Escuche a los guardias buscándome y a las demás y por un momento respire profundo.

-Menos mal- Suspire.
-Disculpa…- Me asuste y me di la vuelta –Pero ¿Qué haces en mi camerino?

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